Las aguas residuales (efluentes) han sido tratadas desde principios del Siglo XX y la tecnología utilizada ha ido avanzando, de modo que en la actualidad podemos tratar prácticamente todo tipo de ellas. En este sentido podemos plantearnos la obvia mejora medio ambiental que aportan los sistemas de depuración. Cabe destacar que la depuración de las aguas residuales es una realidad necesaria y obligada legalmente, que repercute directamente beneficiando la calidad de las aguas de los ríos, al evitar su deterioro ambiental y paisajístico. Los aportes de aguas residuales a los cauces receptores (ríos, arroyos, lagunas, mar) modifican las condiciones físico-químicas que hacen posible la vida de una serie de comunidades de organismos que constituyen la parte viva del ecosistema acuático. El tratamiento de aguas residuales, ya sean efluentes cloacales o efluentes industriales, es necesario para la prevención de la contaminación ambiental y del agua, al igual que para la protección de la salud pública. Es necesario hacer una evaluación del nivel óptimo de tratamiento requerido, al igual que una evaluación práctica de cuáles métodos de tratamiento se adecúan al presupuesto.
El manejo efectivo de aguas residuales debe dar como resultado un efluente ya sea reciclado o reusable, o uno que pueda ser descargado de manera segura en el medio ambiente. En resumen, la eficacia del tratamiento debe ser balanceada con el costo, la aplicación práctica y el cumplimiento con los parámetros permitidos de vuelco.
Reutilización del Efluente tratado
La reutilización de las aguas residuales es una opción válida para el desecho, siendo muy eficiente su utilización como aguas para riego. El efluente de aguas residuales parcialmente tratadas también puede utilizarse para enfriamiento en aplicaciones industriales, o para recargar los acuíferos subterráneos, donde el suelo actúa como filtro natural, eliminando los contaminantes. En Argentina, actualmente, solo unas pocas ciudades importantes, (Mendoza, Córdoba), tienen plantas de tratamiento de aguas servidas, mientras que otras (Buenos Aires, Rosario, La Plata) liberan sus aguas negras sin tratar en los cuerpos de agua locales. La mayoría de las aguas negras que se producen en el Gran Buenos Aires (GBA) se descargan sin ningún tratamiento previo en el Río de la Plata.
Plantas de tratamiento
Ofrecemos soluciones concretas de tratamiento de efluentes para industrias, así como el tratamiento de aguas residuales para urbanizaciones públicas o privadas. Disponemos de los profesionales y una tecnología respaldada por más de 300 plantas en operación, garantizando la calidad y confiabilidad de los proyectos. Los servicios incluyen estudio y diagnóstico de cada caso particular (proyectos a medida para cada cliente), el diseño, ingeniería y construcción de las plantas de tratamiento, así como su operación y mantenimiento, abarcando todo tipo y tamaño de industrias y poblaciones.
Vuelco de excretas mediante Biodigestores
Este tipo de sistema brinda una solución eficiente a la problemática de la descarga de excretas en forma eficiente y de una manera ecológica y amigable con el medio ambiente, para asegurar su sustentabilidad y eficiencia de uso, pudiendo ser utilizado, por ejemplo, donde no se cuente con red colectora (red cloacal), en reemplazo de cámaras sépticas y pozos ciegos, y en los casos que la poca densidad poblacional o la superficie de terreno disponible no permita el uso de plantas de tratamiento centrales.
El sistema total consiste en un tratamiento primario anaeróbico (una serie de microorganismos descompone material biodegradable en ausencia de oxígeno) donde el agua es tratada en un digestor que vierte el agua para el tratamiento secundario, a un campo de oxidación, pozo de absorción, etc., a dimensionar de acuerdo a la descarga prevista.
Trae como ventajas que es un sistema económico, no contamina las napas freáticas, no requiere mantenimiento, se evita el uso de camiones atmosféricos y la disposición final inadecuada de sus desechos, posibilita la reutilización de aguas decantadas para riego, se protege el medio ambiente, entre otras.
Opciones para descarga del efluente
Luego del tratamiento primario mediante biodigestor, el agua tratada puede descargarse, según el terreno que se disponga, de la siguiente forma:
Campo de Oxidación: Es un sistema que envía el agua con tratamiento primario, a un lecho sub-superficial con césped y plantas de diversa índole. En este caso, los líquidos, ya sin sólidos en suspensión se dispersan por el campo de oxidación y son absorbidos por las plantas, sin afectar ni contaminar el medio ambiente.
Vuelco a pozo de absorción: Se recomienda cuando no se dispone de terreno suficiente. Consiste en una excavación de forma cilíndrica, cuyas dimensiones dependen del tipo de suelo. Es necesario que entre el fondo del Pozo de Absorción y la altura máxima de la Napa, haya al menos 1,20 metros de distancia.
Humedal Artificial: Se recomienda en zonas donde la napa sube a menos de 1,50 metros. Para eso es necesario colocar una membrana aislante, que separe ambas zonas, generando un “estanque” que permita el ingreso y egreso del efluente a tratar. Dentro del estanque, las plantas acuáticas y los microorganismos se encargan de absorber los nitratos y fosfatos reduciendo la materia orgánica.
Biodiscos: Diseñados en base a las necesidades de tratamientos de efluentes cloacales y/o industriales con alta carga orgánica y espacios reducidos. El agua tratada resultante es vertida a los Biodiscos para el tratamiento biológico secundario (aeróbico) con una eficiencia de hasta un 95%. Finalmente, el agua decantada y depurada podrá verterse directamente al suelo mediante drenaje, a un depósito, a una red de alcantarrillado público, o bien a cuenca de aporte con previa desinfección (ejemplo: pastillas de cloro) cumpliendo las normativas vigentes.
Nota provista por:
Lic. Julieta E. Silvoso
Cs. Biológicas (UBA)
MP 00063.01.48 (C.P.I.A.)
ECOSYL Consultora Ambiental
Cel.: (5411) 15 5638 1884
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